¿PORQUÉ EL CUERPO NO ES EL ORGANISMO?



Hola de nuevo, después de muchos meses sin publicar en este espacio, hoy de nuevo me siento a entregarles una parte de esto que soy y es muy especial decirlo a sí, a propósito sobre el tema del que hoy quiero hablar.


Llevaba meses en un trabajo interior, no solo desde mi ser personal, encontrar la quietud, soltar la accion y quedarme en el no hacer... no hacer hacia afuera, mientras que dentro de mí estaba en el máximo proceso de creación, gestar una vida, dos corazones latiendo y siendo parte del acto misterioso de dar vida.

Me pregunte muchas veces en este proceso por el ser que soy, el cuerpo y el organismo como máquina creadora, y recordé que en la universidad había escrito un pequeño artículo sobre ¿Porque el cuerpo no es el organismo? Así que decidí remover todos mis apuntes hasta hallar este trozo de papel, escrito con lápiz, para un examen de psicoanálisis y me encanto.

Leerlo me ayudó a entender mucho el proceso que fluía en mí, en aspectos diferentes: cómo mis emociones tiraban para el lado opuesto al de mis deseos y cómo mis necesidades eran contrarias aquello que era habitual en mi.
El sentir mi organismo revolcado y mi cuerpo lleno con otro cuerpo...
Les confieso que es la tercera vez que gesto una vida; pero en esta, el proceso fue completamente nuevo y arrasador.

Cambió por completo mi visión de la vida, me mostró capacidades diferentes en la experiencia de sentir síntomas que nunca antes había tenido y me llevo a una transformación en todos los sentidos; es verdad que mis otras gestaciones también lo hicieron, pero en esta sentí dolor, cansancio, debilidad, aislamiento, depresión, miedo, podría decir que estuve enferma nueve meses, teniendo en cuenta que amo ser madre y los otros embarazos fueron embarazos tan sencillos.

Pero finalmente entendí el proceso, los ciclos que no había transcurrido antes, eran necesarios para un nuevo renacer.
Con el parto y el tiempo de cuarentena también los ciclos de "enfermedad" cesaron y de nuevo me reencontré conmigo misma, pero como digo yo en este momento, reseteada y con una actualización.

Por eso, entender que el organismo está compuesto por sistemas que trabajan juntos para crear procesos vitales y que  estos pueden enfermarse por vías que perturban esos sistemas y que generen un desequilibrio orgánico el cual con medicamentos bien elegidos, ya que en nuestra sociedad hay innumerables tipos de farmacopea éste puede restablecerse es primordial para comprender luego la imagen de el cuerpo.

El cuerpo es el envoltorio, llamémoslo así, por el cual se puede expresar no solo las reacciones orgánicas, sino también emociones, planos mentales, que se reflejan en afecciones físicas, dolor, malestares diversos, ya sean emocionales, mentales o fisicos y que pueden parecer enfermedades orgánicas y podríamos estar tratando de sanar con medicamentos sin mirar el plano general de lo que es el ser, si la demanda de curación incluye los síntomas de forma generalizada es probable que la medicina pueda proponer una forma de curar el cuerpo entendiéndolo de manera holistica, ya que la forma de curar es más profunda, y no depende solo de la medicina, sino de un proceso de la palabra, de aceptación, de motivación, de liberación, para afrontar los motivos por los cuales una emoción se aloja en un órgano, en un miembro o en la emoción que irrumpe con dolor.

Siempre le había dicho a las personas a quienes he tenido la oportunidad de atender que el dolor lo podemos considerar como un lenguaje del cuerpo, el cuerpo habla a su manera, hace síntomas de todo tipo, ya sea un lenguaje de sufrimiento o de goce.

Pero, al tener la oportunidad de experimentar de manera personal una sensación constante tipo fibromialgia durante nueve meses, entendí lo difícil que es comprender este lenguaje, pues no nos han educado para ello, nunca nos han enseñado a vernos y por eso comprendí en si misma que el camino de sanación es largo y empedrado.

En la experiencia clínica se habla de que el dolor tiene una función de alerta y defensa del organismo, pero sin embargo en ocasiones no responde a esa lógica, ni tampoco a la relación con una lesión somática; en mi caso, estar gestando me generó mucho dolor y finalmente entendí ese lenguaje del que estaba hecho este momento en mi vida.

Sanar patrones de mi relación con el masculino, de mi relación con la pareja, de mi relación con mis decisiones y de aceptar el momento en el que estaba.
Ahora comparto esta hermosa experiencia mezclada con ese corto articulo que siete años atrás había escribido, para poder usarlo como medicina en el momento de mi gestación.

Gracias a quien me lee, y se identifica con estos procesos, pues esta idea que les presento podemos visualizarla en diferentes situaciones, en mi caso fue en el embarazo, pero es posible que tu lo estés viviendo en otro contexto, lo importante es entender que sanar es un concepto holistico que engloba la totalidad.

Y no olvidar que a medida que me desidentidifico con los síntomas y los veo desde afuera entendiendo que mi ser no es el cuerpo, ni el síntoma, ni la problemática, en ese silencio distante de la situación, todo se hace más claro y encontramos el camino. No olvidando que este es largo y casi siempre difícil.
Es la actitud que tomamos ante el, la que transforma una realidad en otra.

Un abrazo enorme y gózate la vida.

Girlesa Ruiz Sepúlveda
Creadora de TEMPO
Antropóloga física
Terapeuta osteópata
Maestra en yoga, RYT200
Auditora ISO 45001
@yogarestaurativo.co
Yogarestaurativo.co@gmail.com

Comentarios

  1. Ya extrañaba tus artículos girlesa, me encantan siempre me haces viajar a través del maravilloso cuerpo y todas sus virtudes,

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    1. Muchas gracias, espero escribir con más frecuencia. Y a través de estas ideas poder cooperar en mejorar diferentes aspectos de la vida de todos. Abrazo

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