Las caderas centro del equilibrio
Las caderas constituyen el espacio más hermoso del cuerpo humano, ellas son la vasija del equilibrio, son las que sienten la fuerza de la gravedad, son atravesada por múltiples músculos; su forma interna, cóncava, representa la vasija, el cuenco, el útero, la vida.
Allí se gestan los procesos divinos: desde un ser humano, hasta la creatividad, la materialización de las ideas, la relación con el dinero, con la materia, toda relación surge desde este centro.
Las caderas hacen parte de una cajita maravillosa, rodeada por músculos, ligamentos y tendones que permiten la movilidad del cuerpo en relación al tren inferior y el tren superior, son la conexión del centro de la energía, de la tierra, con la energía del cielo.
Con los problemas en las caderas, tu cuerpo te indica cierta rigidez, inflexibilidad frente a una situación o a una persona, te inmoviliza, te impide avanzar.
Cuando te duelen las caderas, el cuerpo está mandando un mensaje. Te ayuda a desarrollar tu consciencia para que vayas hacia adelante en la vida con confianza y seguridad, o te indica que te detengas y sea prudente. Te enseña a ser más flexible en tu modo de tomar decisiones.
Un buen trabajo de movilidad para las caderas nos va a permitir mantener lubricada la articulación sacroilíaca, coxofemoral, sacrolumbar, púbi-coxigea. Un buen manejo de la cadera desde la parte muscular, nos permite mantener un piso pélvico activo, una fascia activa, que sostenga y proteja tanto los músculos como los órganos y les permita movimiento libre; va a mantener jóven los órganos pélvicos, órganos reproductores, órganos digestivos órganos urinarios.
La invitación es a la observación, el conocimiento personal, el auto tratamiento, el auto masaje, movimiento somáticos, intuitivos, la invitación es a despertar el centro, a meditar en el observarlo, percibir su energía y a sanar desde ahí.
Girlesa Ruiz Sepúlveda
Antropóloga física
Terapeuta osteópata
Maestra en yoga, RYT200
Creadora de TEMPO
@yogarestaurativo.co
giruslove@gmail.com
Allí se gestan los procesos divinos: desde un ser humano, hasta la creatividad, la materialización de las ideas, la relación con el dinero, con la materia, toda relación surge desde este centro.
Las caderas hacen parte de una cajita maravillosa, rodeada por músculos, ligamentos y tendones que permiten la movilidad del cuerpo en relación al tren inferior y el tren superior, son la conexión del centro de la energía, de la tierra, con la energía del cielo.
Con los problemas en las caderas, tu cuerpo te indica cierta rigidez, inflexibilidad frente a una situación o a una persona, te inmoviliza, te impide avanzar.
Cuando te duelen las caderas, el cuerpo está mandando un mensaje. Te ayuda a desarrollar tu consciencia para que vayas hacia adelante en la vida con confianza y seguridad, o te indica que te detengas y sea prudente. Te enseña a ser más flexible en tu modo de tomar decisiones.
Un buen trabajo de movilidad para las caderas nos va a permitir mantener lubricada la articulación sacroilíaca, coxofemoral, sacrolumbar, púbi-coxigea. Un buen manejo de la cadera desde la parte muscular, nos permite mantener un piso pélvico activo, una fascia activa, que sostenga y proteja tanto los músculos como los órganos y les permita movimiento libre; va a mantener jóven los órganos pélvicos, órganos reproductores, órganos digestivos órganos urinarios.
La invitación es a la observación, el conocimiento personal, el auto tratamiento, el auto masaje, movimiento somáticos, intuitivos, la invitación es a despertar el centro, a meditar en el observarlo, percibir su energía y a sanar desde ahí.
Girlesa Ruiz Sepúlveda
Antropóloga física
Terapeuta osteópata
Maestra en yoga, RYT200
Creadora de TEMPO
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