Mi labor, las espaldas.
Me dedicaré a medir las espaldas, me dedicaré a tocarlas, a observarlas; me dedicare a moverlas, a sentirlas y a transformarlas. Me dedicaré a sanarlas, a calmarlas, y en esa dedicación pondré todo mi amor. Imaginando través de la línea del tiempo las espaldas del futuro, así, como muchas veces me he sumergido en libros para leer las espaldas del pasado, observando a través de este presente ambas líneas de tiempo, mirando una columna que evoluciona lentamente, pero de manera salvaje, viendo la fuerza en ellas y también sus cargas. Permitiendo que se entreguen a mis manos, para brindarles calma. Me dedicaré a las espaldas, lo decidi desde niña, y recorrere las vértebras de las columnas, como escaleras que me llevan a mi cielo, me entregare a estimular el sistema nervioso, a movilizar el líquido encefalorraquídeo, a crear espacios intervertebrales, a mover su musculatura, a recorrer sus líneas y presionar sus puntos de energía. Mis manos quieren hacer eso, mi ser lo qui...